lunes, 27 de febrero de 2012

Los Oscars 2012: predecibles a más no poder

Anoche se celebraron los Oscars, ya la 82 edición, siendo el evento más esperado del año. Sin embargo, los focos no se centraron en los premios en sí, sino en la Alfombra Roja. Y es que resulta inevitable decir que quien no sabía los premios de ayer, es que no sigue mucho cine, ni otras entregas de premios, como los Globos de Oro o los BAFTA. 
The Artist se alzó con 5 Oscars (mejor película, mejor actor, mejor director, mejor música original  y mejor diseño de vestuario), igualando al Hugo de Scorsese, que también recibió 5 Oscars mal calificados como menores. Y es que una película no es solamente lo que se ve, sino un gran proceso tras las cámaras que hacen de una historia algo que podemos ver en la gran pantalla. Por tanto, y sin distinguir entre categorías, se produjo un empate de triunfadores, uno por lo visual y otro por lo técnico. Las otras grandes favoritas como Moneyball o Criadas y Señoras, se quedaron con lo puesto, recibiendo la última el merecido Oscar a actriz de reparto (Octavia Spencer).
Mención especial merecen los ganadores a mejor actor y mejor actriz. El primero brilló por su humildad y su grito al cielo: era la viva imagen de la felicidad, no había más que verlo, y es que Jean Dujardin no puede quedar mejor en un escenario recibiendo un Oscar, al igual que el papel le venía como anillo al dedo, y su caracterización era de las que más ayudaba a creernos que estábamos a finales de la década de los 20. 

 Meryl Streep, sin embargo, nos deleitó con una actuación más en el escenario al recibir el Oscar. No se lo esperaba según su gesto, pero me hubiera gustado más un Oscar a Viola Davis o a Rooney Mara, pero quizás premiar una actuación de una adaptación de un libro, o una película cuyo reparto es maravilloso pero que en el conjunto pareció no gustar a la Academia era lo más lógico. Aun así, la actuación de Meryl Streep es bastante decente, cosa que nos esperábamos de ella.
También merece nombrarle Christopher Plummer por principiantes, cuya película sinceramente no he visionado, pero el Oscar era su asignatura pendiente, la cual por fin consiguió superar. 
En cuanto a la gala, bastante normal, cosa que era de esperar. Billy Crystal es un gran anfitrión, pero el toque nostálgico que se le dio a la gala junto con los triunfos de The Artist fueron lo máximo a destacar.
La alfombra roja, sin embargo, ha estado cargada de polémica de la mano de Sacha Baron Cohen. Sinceramente, no se de donde viene tanta polémica, cuando este cómico siempre hace lo mismo, sin cortarse. Y a nosotros, nos encanta (recordemos la caída encima de Eminem en los Grammy del año pasado).























Los vestidos eran de los más variados, destacando a mi parecer Angelina Jolie y su estilo Jessica Rabbit, a Gwyneth Paltrow y a Michelle Williams, quienes con un vestido normal los mejoraron al máximo con sus perchas.

Por otra parte, en España nos quedamos sin Oscars directos, ya que el Oscar de Midnight in Paris nos afecta de forma indirecta (película co-producida por Antena3 Films). 
Así, la gala puede resumirse en lenta, predecible y nostálgica, notándose como "los artistas" no sabían que ganarían, mientras que los más veteranos sabían que su victoria estaba servida. 

domingo, 26 de febrero de 2012

"La Naranja mecánica",el gran delirio de Kubrick

"Ahí estaba yo. Es decir, Alex y mis tres drugos. O sea Pete, Georgie y Dim. Estábamos sentados en el Korova Milk Bar, exprimiéndonos las rasureras para encontrar algo con que ocupar la noche. En el Korova Milk Bar servían lacta plus. Leche con velloceta o con dencromina… que es lo que estábamos tomando. Eso nos aguzaba los sentidos y nos dejaba listos para una nueva sesión de ultra-violencia"


Hoy sigo en mi línea de hablar de películas que de una manera u otra marcan a la sociedad y a la forma de ver el mundo. Y que mejor manera que dar un homenaje a todas esas películas que haciendo la crítica de "la Naranja mecánica". 
Antes de nada decir que ayer la vi por tercera vez, y quedé igual de maravillado que la primera vez. Es cierto que esta película no es original, y que Stanley Kubrick decidió adaptar la novela de  Anthony Burgess, pero su forma de llevar la novela al cine ha sido grandiosa. Y siendo honestos, tenemos que reconocer que son muchos los libros llevados al cine, y que según el director y la visión que le de a la novela, estaríamos hablando de obras maestras. Y la Naranja mecánica no es menos.
Con una primera escena que desde un primer momento asusta, a un desenlace temido por todos, 'la Naranja Mecánica' trata sobre los miedos de la sociedad y sus formas de reaccionar ante la misma. Y es que la temática de ésta película no es más que la 'ultraviolencia'. Se trata de un concepto de violencia, no basado tanto en la fuerza o el golpe, sino más en la agresión psicológica, en desbordar a las personas hasta hacerlas enloquecer. 
Alex es un chico, que obsesionado con el sexo, la violencia y Beethoven, busca hacer el mal sin motivo aparente junto a su pandilla de drugos. Sin embargo, y a medida que avanza la película, podemos ir viendo situaciones en las que de una manera u otra intuimos los motivos que llevan a a Alex a hacer determinadas cosas. Quizás la situación tan idílica en su casa, intentando romper con su monotonía hogareña. O quizás un abuso y hambre de poder exacerbados. 
La historia de 'la Naranja Mecánica' transcurre de una forma lenta, haciéndonos partícipes de todo el proceso que Alex sufre, y en algún momento incluso llegando a empatizar con él, cosa que parece imposible en los primeros 30 minutos: se trata de un proceso no muy largo, pero sí con unas consecuencias horribles. La sensación que nos queda en la última parte de la película es una moraleja que bien podría ser de una fábula: los malvados, aún con piel de cordero, siguen siendo malvados. Moraleja que bien podrían servir para otros títulos del cine (véase 'American History X'). 
Con una historia que, en su época, marcó a los jóvenes que hoy en día recomiendan esta película a sus hijos, y con una imagen y fotografía increíbles, 'la Naranja Mecánica' no se alzó con premios importantes (BAFTA, Globo de Oro, Óscar...), quizás por la obsesión que hoy en día perdura de calificar únicamente las adaptaciones de novelas con sus coincidencias y si nivel de parecido. Y quizás también porque Kubrick, al igual que otros grandes del cine, como Johnny Depp, ha sido siempre un gran olvidado en cuanto a premios, llegando en ocasiones a repudiar a la Academia de Cine Americano.
Por tanto, os recomiendo encarecidamente esta película, de la cual saco una conclusión final, aplicable al 100% en la sociedad de hoy en día: nadie, ni nada, debe hacer que seamos diferentes a lo que hoy en día somos. Porque el día que nos cambien, realmente vamos a sacar a nuestro yo interior, al que de verdad nadie conoce.