martes, 31 de enero de 2012

Recuerden el 5 de Noviembre...

Cuando me enteré de la existencia de V de Vendetta, en un principio no me llamaba para nada la atención. Estaba basada en un cómic que se salía de lo normal (si bien es cierto que hay muchísimos cómics de esta línea temática), y la publicidad que se hizo en España no fue del todo correcta. Sin embargo, un día me decidí a verla, y fue el momento en el que me enamoré del ideal de V, de la dulzura de Evey Hammond, y del ambiente revolucionario que reina durante toda la película: una vez que terminas su visionado, sales del cine creyéndote el propio Guy Fawkes (personaje en el que se basa V para realizar su propia revolución). 
Sin embargo, cometí el error de leerme el cómic, exactamente el año pasado. Y cuál fue mi sorpresa, cuando descubrí que estamos ante una de las peores versiones de cómic y, seguramente, de novela de todos los tiempos. Si bien el fin es el mismo, y el ideal se mantiene, el personaje que nos presentan en el papel de V es muchísimo más light que en el cómic. La capacidad de empatía que nos ofrece el cómic es mucho más reducida, y este quizás fue un acierto del director de esta película que hoy tratamos (James McTeigue). Quizás es por ello que el escritor, Alan Moore, no quisiera aparecer en los créditos: habían cambiado a su personaje.
Pero siendo objetivos, hoy no tratamos el libro, ni la forma de versionar un libro. La crítica será tal y como yo vi la película: desde la inocencia de no haberme leído el libro antes, y desde el desconocimiento de quién o de donde habían salido estos personajes que tanto se integran el uno en el otro.
Se nos presenta a V (Hugo Weaving) como el revolucionario que Londres necesita. Es el soplo crítico y burlesco que en un mundo serio se necesita. Y a Evey Hammond (Natalie Portman) como el conformismo con la sociedad que tenemos, y la lucha por la supervivencia. La evolución de ambos personajes desde principio a fin es asombrosa. El uno pasa a ser el otro al final de la película, ya que el miedo que Evey siente al principio es transimitdo a V en la recta final de la película, notándose el atisbo de temor ante su venganza, y el hecho de que su gran amor no esté a su lado para verlo.
Hay que destacar la brillante actuación de Natalie Portman: su encierro en la celda V y sus consecuencias nos hace introducirnos de lleno en su corazón, y lo que por ella estaba pasando. Al igual que la historia de Valerie Page (de quien creo que tomó su sobrenombre V, dejando de lado numerología), que hace que los momentos intermedios de la película sean sin duda alguna los más emotivos.
El baile de secundarios es importante, pero mención especial merece Stephen Fry y su papel de Gordon, antítesis de V, llegando a jugar el director con la ambigüedad y la confusión de si pudiera ser un V más. Y, efectivamente, nos presenta a Gordon como un V más: ese rebelde que vive en contra de los ideales de la dictadura, arriesgando su vida al tener en su casa verdaderas obras de arte que no corresponden a lo que debería tener (ese cuadro increíble del God Save the Queen). 
En cambio, James McTeigue nos presenta a los seguidores y aliados de Adam Sutler como unos bastos y catetos seguidores cuyas aspiraciones no son más que el reconocimiento de sus actos por parte de sus superiores y de sus inferiores: buscan la fama y el poder.
Comparando ambas personalidades, podemos observar que mirando bien el personaje de V, éste también busca la fama, busca que el virus que es su ideal reVolucionario se adentre en los cuerpos de los habitantes de Londres, Inglaterra y el mundo a poder ser. En realidad, sólo el poder puede destituir al poder, y aquí el poder lo tenía V. Si bien su final no es el esperado, consiguió lo que quería, destituir el poder existente, por algo nuevo.
Lo que no se nos plantea es el futuro de esa sociedad tan robotizada (en el sentido práctico e ideológico). Después de ese apoteósico final, ¿que pasa con V?¿Y con Evey?
Ante esto sólo hay una respuesta: "Son las personas las que mueren, no los ideales".
Y ésta, seguramente sea la moraleja de V de Vendetta. Nadie muere, si de verdad el recuerdo que dejan es tan fuerte como lo que proporcionaban en la propia vida. No hay nada más que ver la huella que Guy Fawkes dejó en V. 
Y no hay nada más que ver la huella que V nos ha dejado actualmente a nosotros.

miércoles, 25 de enero de 2012

'The Dark Knight', la película que Batman se merecía


Esta increíble escena es una de las tantas con las que Christopher Nolan ('Memento', 'Origen') nos deleita en 'The Dark Knight', segunda parte del renacimiento de Batman no sólo en cines, sino también en los gustos de muchas personas. Y es que Nolan consiguió que Batman, un héroe de la casa de cómics DC, consiguiera colarse entre el podio de los superhéroes más seguidos en la gran pantalla, todos ellos de Marvel (véase 'Spiderman' o 'X-men'). Con esta película alcanzó grandes logros, como el de segunda película más taquillera de la historia en su época, o hacer enamorarse a más de uno del personaje que encabeza esta crítica, y mira que Jack Nicholson puso el listón alto.
Podemos decir que Tim Burton hizo no un menospreciable trabajo, ni mucho menos, pero sus películas no lograban enganchar a la gente, debido a su dualidad en ellas de ambientes cómicos, pero a la vez oscuros y dramáticos. Y la presentación de los personajes no fue del todo correcta. Aun así, no podemos restarle importancia al trabajo del aclamado Tim Burton: sus películas son la antesala del imperio que hoy en día ha montado Nolan con respecto a esta película.
El film comienza con una escena de un atraco a un banco. A primera vista apreciamos que es una simple banda organizada, todos ellos con máscara de payaso, que pretenden robar un banco de Gotham City. Pero poco a poco las piezas del rompecabezas que acaba siendo este atraco van despejándose, pero uniéndose unas con otras, para descubrirnos a un personaje capaz de manipular a todo el mundo, jugando con su intelecto hasta volverlos locos (véase Harvey Dent y su posterior transformación). El Joker que Nolan nos regala en esta película es el tipo de persona que al espectador le gusta ver en el cine: es capaz tanto de producir el mayor odio en la sala, como de no querer que desaparezca nunca de escena. Y esto es así, Heath Ledger con su personaje creó una nueva forma de ver al antagonista en una película de superhéroes. Son muy pocos los enemigos que consiguen la empatía del público, aun sabiendo que quieren acabar con su protagonista.
Sin embargo, el Joker de 'El Caballero oscuro' es distinto: no quiere acabar con Batman. Como él bien dice en la película, la relación que tienen él y Batman es de pura simbiosis. Los dos existen porque existe el otro. Nadie puede explicar en ese momento de la película la existencia de Batman sin Joker (de ahí a su final), así como la existencia del Joker sin Batman. Se complementan al 100% y no pueden vivir el uno sin el otro.
Otro elemento importante de la película, y que puede pasar algo desapercibido, es la desaparición de la llamada 'chica en apuros'. Vale, sí, Rachel (Maggie Gyllenhaal) es un poco chica en apuros, pero no de la forma que lo pueden ser MJ en 'Spiderman' o Lois Lane en 'Superman'. Aquí Rachel es la chica en apuros pero de su amado Harvey Dent (Aaron Eckhart). Se deja atrás la figura del superhéroe que siempre está para rescatar a su amada, para dar paso a la figura del héroe de carne y hueso que siempre puede estar para rescatarla. 
Una de las pegas que le encuentro a esta película, es el corte argumental entre 'Batman Begins' y 'El caballero oscuro'. Nadie explica qué pasó con Bruce Wayne y Rachel Dawes, si bien es cierto que es algo intuíble.
Mención especial merece la actuación de Gary Oldman en el papel de Gordon. Tras ver ambas partes del Batman de Nolan, y a falta de 'El renacer del caballero oscuro' (que cerrará la trilogía), no entiendo cómo este pedazo de actor no se ha llevado todavía el Oscar, si bien está nominado este año por 'El topo' a mejor actor.
Así que en conclusión, me parece una grandísima película, que deja atrás el mito de que toda historia de superhéroes no puede tener un trasfondo. 'El caballero Oscuro' demuestra con creces que no todas las películas son iguales, y que siempre habrá una excepción que cumpla la regla. 

La crítica no siempre es fácil

Me presento. Mi nombre es David, soy estudiante de Derecho, y durante este tiempo (y hasta que el cuerpo aguante) voy a dedicar a escribir en este blog dedicado al cine. Me centraré en la crítica, si bien es cierto que también voy a redactar noticias, comentar premios (tenemos cerca los Goya y los Oscars). 
El hecho de que haga críticas o escriba este blog no implica que yo sea un experto en cine. Significa que el cine que yo he visto me ha merecido una opinión lo suficientemente buena como  para plasmarla por escrito. 
Voy a intentar ser lo más subjetivo posible, para que la crítica tenga el valor personal que quiero transmitir. También quiero aclarar que haré críticas de películas de estreno o ya estrenadas y que he revisionado, no teniendo que haberme gustado. Aquí van a caber todas las películas que queráis (y si pedís alguna y es factible hacer la crítica, también la pondré). 
Así que esto, en resumidas cuentas, es la presentación de mi blog. Dentro de un rato pondré mi primera crítica, que irá a parar a 'The Dark Knight'. 
Gracias por leerme.
P.D.: si podéis difundir el blog a vuestros amigos, familia, etc... yo os lo agradezco de antemano ;)